Frecuentemente,
la música considerada “clásica” o “culta” ha sido
patrimonializada por unas élites políticas, económicas y
culturales que utilizaban la misma para marcar una distancia cultural
con las demas clases sociales y sus formas de expresión artísticas.
Uno de los objetivos de las vanguardias artísticas (y entre ellas
las vanguardias musicales) fue romper con esa división acercando
música popular y musica clásica e intentando así transformar la
realidad social desde el arte. Uno de estos esjemplos que proponemos
son las Danzas populares
rumanas
del compositor hungaro Béla Bártok.
Béla
Bártok (1881-1945) fue un músico hungaro, compositor y uno de los
padres de la etnomusicología. Sus obras intentan integrar tanto las
nuevas vanguardias musicales al mismo tiempo que el folklore musical
del sudeste de Europa (Bajo Danubio y Balcanes). Entre sus númerosas
composiciones cabe destacar el Concierto
para orquesta,
La música para
cuerda percusión y celesta, los
seis cuartetos para cuerda y sus obras escénicas (El
príncipe de madera, El castillo de Barbazul y el Mandarín
maravilloso)
así como las Danzas
populares rumanas que
aquí presentamos.
Las Danzas populares rumanas son fruto de la investigación
etnomusical llevada a cabo en 1915 por la entonces Hungría oriental
(actual Rumanía). Fueron compuestas inicialmente para piano aunque
pronto se le añadió una versión musical de orquesta de cámara. La
versión que aquí enviamos se debe Zoltán Szekely. Las seis danzas
se titulan – 1. danza del bastón, 2- danza en ruedo. 3- Pisando,
4- Danza de Bucium, 5- Polka rumana y 6- Pasos cortos.
La
interpretación corre a cargo de Katica Illeny al violín y de Tamas
bolba al piano.
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