miércoles, 22 de enero de 2014

La Semana Trágica de Argentina



La Semana Trágica es el nombre con el que se conocen la revueltas ocurridas en Buenos Aires (ARGENTINA) en la semana del 7 de Enero al 17 de Enero de 1909 entre manifestantes obreros de tendencia anarquista y sectores nacionalistas ocurridos durante el gobierno de Hypólito Yrigoyen



Los sucesos comenzaron el 7 de Enero con una huelga en los Talleres Metalúrgicos Vasena en la Ciudad de Buenos Aires. Los huelguistas, algunos de ellos afiliados a la F.O.R.A (Federación Obrera Regional Argentina ) Vº Congreso(de tendencia anarquista y reclamaban la reducción de la jornada laboral de 11 a 8 horas, mejores condiciones de salubridad, la vigencia del descanso dominical, el aumento de salarios y la reposición de los delegados despedidos.






Ante el estancamiento de las negociaciones y la negativa del Partido radical de reprimir, la patronal decidió intervenir mediante grupos de choques y rompe-huelgas, a los cuales se sumaron organizaciones de ultra-derecha como la Liga Patriótica Argentina que produjeron violentos incidentes en toda Buenos Aires contra trabajadores e inmigrantes y cualquier persona que fuese vista como una amenaza para la patria por parte de estos grupos. El saldo fue de cuatro obreros muertos y más de treinta heridos, algunos de los cuales fallecieron después.
La F.O.R.A declara la huelga general, y el sector anarquista le añade la palabra "revolucionaria".
Con la Policía de la Capital totalmente desbordada, el Gobierno decide la intervención del Ejército para poner orden
El 9 de Enero se produce un multitudinario sepelio para los obreros fallecidos, que es escoltado por los hombres de Dellepiane(MANDO SUPREMO del ejercito ) para evitar más incidentes. Sin embargo, cuando estaba por comenzar a hablar el tercer orador, se produce un episodio confuso. Algunas fuentes aseguran que el primer tiro vino por parte de los obreros, y sirvió de excusa a los extremistas. Lo concreto es que miembros del Ejército, de la Liga Patriótica Argentina , comenzaron a disparar contra los manifestantes. Esta acción es impulsada principalmente por sectores nacionalistas.
Al día siguiente Dellepiane (el capitán del ejercito argentino) amenaza con "emplazar la artillería en la plaza del Congreso y atronar con los cañones toda la ciudad" si la violencia de ambos bandos no cesa. Mientras tanto, un destacamento del ejército instalado frente a la fábrica abre fuego contra los obreros.
Yrigoyen ratifica con la FORA socialista la liberación de los obreros detenidos, un aumento del 40% y la reducción de la jornada laboral. El presidente de la República Cita a Pedro Vasena a su despacho y le exige la aceptación total e inconcidional de lo que acababa de acordar con la FORA. Vesena no tiene otra alternativa que ceder.



Finalmente, el martes 14 de Enero, Dellepiane se reunió por separado con las dos F.O.R.A en donde ambas pidieron "la supresión de la ostentación de fuerza por las autoridades" y el "respeto del derecho de reunión". Es decir, que el Gobierno garantice la normalización de la situación. El planteo es aceptado y ambas centrales finalmente levantan la huelga.
Al día siguiente Yrigoyen ordena efectivizar la puesta en libertad de todos los detenidos.






Estos echos quedaron en la memoria colectiva de muchas genereciónes en Argentina ,en la música que los obreros/as recitaban en las veladas y campins que organizaban,en la poesia y actos culturales , a continuación se expone un poema de Fernando Gualtieri :

Recitado :



Oh, histriónico cretino
oh, satánico bribón
los clarines tocan notas
de vibrantes clamoreos
pre anunciando los derrumbes
de tu casta y tu sistema
y ni leyes
ni poderes
ni las fuerzas equipadas
podrán nunca detener
la avasallante cometida
de la próxima revuelta proletaria
que fermenta en muchos pechos
ya cercana a reventar.
Barricadas
a millares se alzarán por esas calles
y a la música infernal de los fusiles
y a la voz alentadora
de la brava dinamita
reventando en arsenales
en palacios y en conventos
y doquier hay fuerza viva
defendiendo el tambaleante
simbolismo gubernal.
Verás rostros encendidos,
verás testas desgreñadas,
verás ropas destrozadas,
empapadas en la sangre
de su mismo cuerpo herido.
Verás puños levantados,
verás dientes afilados,
verás ojos llenos de odio
escrutando tu forteza
para ver si tu carroña
aún resiste a los embates
de la furia popular.
Para ti no habrá perdón,
para ti no habrá piedad.
Tus infames fechorías
no se borran, no se olvidan
ni se dejan de saldar.
Mefistófeles infame,
traficante de conciencias obreriles,
inservil, degenerado, libertino,
licencioso, disoluto, pervertido,
buhonero miserable
sin conciencia y sin pudor.
Vil chupóptero insaciable
de la sangre dulce y pura
de este pueblo laborioso.
Vil criatura indecorosa
que no vales lo que vale
el defecado de un obrero.
Hombre triste,
hombre malo,
hombre inútil,
hombre inmundo,
pernicioso, testaferro,
larva fétida y biliosa.
Yo te lanzo la blasfemia
de este siglo,
yo te comparo al infame papa negro de la Rusia,
yo te aplasto con la carga miserable
de otro nombre
yo te llamo, tenlo en cuenta,
con el nombre más inmundo,
yo te llamo:
¡Rasputín!















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