martes, 3 de diciembre de 2013

LA CRUELDAD SOCIAL

 Una sociedad puede ser pobre pero puede mantener unos mínimos de dignidad para todos los seres humanos. Una sociedad puede ser muy pobre (por efecto p.ej. victima de una colonización devastadora) pero tener muy claro que todos los miembros de la misma deben permanecer integrados, satisfaciéndo las necesidades mínimas. Por el contrario una sociedad puede ser rica (como la nuestra que aún lo es) y sin embargo ser auténticamente miserable, como la nuestra. Basta ver cómo hombres y mujeres ocupan por las noches los estrechos portales de nuestras calles para darse cuenta de ello. A esta gente el sistema de asistencia social tiene un curioso sistema de atención. Se conceden ayudas dia sí y día no. Dormir una semana sí y tres no. Comer lo mismo, dependiendo del dia en que estés, cómo si el hambre viniera unos días pero no otros. Esto suele llamarse caridad, pero su verdadero nombre es crueldad, crueldad social.
 La crueldad social tiene una función social y política en nuestra sociedad. Una función terrorista. Terrorista en cuanto tiene como misión introyectar el pánico en la gente de cara a su disciplinamiento social. El pánico instaurado por la crueldad social tiene una doble vertiente: el miedo a morir por falta de alimentos y en la calle, y además el miedo a la expulsión del colectivo.

  Nosotros hemos sido educados dentro del sistema y por tanto hemos introyectado (desde pequeños) esos terrores. Cada grado de nuestro proceso de socialización los ha venido actualizando : el miedo a morir por inanición y el miedo a la expulsión del colectivo, al “tú no entras”. No es fácil atravesar estos grados y si muy fácil quedarse atascado en ellos. Cuando esto sucede el sujeto es enviado a las instituciones psiquiatricas, dónde el individuo es neutralizado, medicalizado y reducido a un cierto nivel de “normalidad”.
 No es preciso remontarse a tiempos muy remotos para encontrarse con el origen de este mal : concepciones religiosas surgidas a raíz de la reforma protestante y la contrarreforma católica, e instituciones como los manicomios y las “casas para pobres” constituyeron un auténtico potro de tortura para la población europea desposeída de los medios de vida. Este sistema terrorista se trasladó a los pueblos colonizados tras procesos brutales de desposesión. Y este sistema se ha venido repitiendo, generación tras generación y de una manera cada vez mas sutil y refinada en los sistemas educativos. Todos somos en mayor o menor grado “enfermos”, pues a todos nos han tocado estos miedos alguna vez en la vida. Miento, a todos no. Hay quienes han aprendido a jugar con estos dispositivos. Auténticos psicópatas, crueles por vocación, dominan el mundo (ver el artículo del blog de Quebrantando el silencio “La sociedad enferma: el triunfo de los psicópatas” http://quebrantandoelsilencio.blogspot.com.es/2012/12/la-sociedad-enferma-el-triunfo-de-los.html )
La imagen de psicópata quedó magistralmente retratada en la película Apocalipse now de F.Coppola en el personaje del capitan que bombardea y aterroriza a los vietnamitas con música de Wagner como música de fondo, en busca de una playa donde practicar el surf. Esto és disfrutar y practicar deporte mientras se asesinan poblaciones enteras. El surfista como imagen del que se sabe manejar entre los mecanismos del terror y sabe sacar provecho de estos (y además pasarlo bien).
 Hoy , dominan el mundo, inundando pueblos enteros con su terror, pero se resisten a aparecer como tales. Por ello tienen que practicar cierta “humanidad”, cierto interés por los expulsados del sistema. Esa forma vejatoria de “humanidad” debe ser denunciada ya como lo que és:como crueldad instaurada por un sistema de dominio social para el control y explotación de los seres humanos. Los que la organizan y los que viven de ella deben ser denunciados. Por otra parte desde todos los que luchan contra el sistema se debe tener claro lo siguiente: -que nadie “sobra”, que nadie debe ser excluido ni social ni culturalmente y que las necesidades básicas deben ser satisfechas para todos los seres humanos.
 No basta proclamar lo anterior como objetivo político, sino que debe ser puesto en marcha en pleno proceso. Debe partir de la praxis concreta de los colectivos y de las personas concretas implicadas en ellos. También se debe pensar en lo siguiente : que nadie está a salvo de una manera definitiva. Muchas veces parece como si la lucha política o el activismo político consistiría en liberar unos (los emancipados) a otros que estan dominados. Pero no es así, los mecanismos de terror nos han alcanzado a todos. Todos hemos tenido el miedo a quedarnos en la calle, a que nos cierren la puerta. Quizá no lo recordemos. Pero nuestra alma sigue estando rota. Al menos hasta que el sistema quede desmantelado.


1 comentario:

  1. Muy interesante, es un tema que no se aborda de manera sistemática en otros espacios de producción de saber. Expresa lo siniestro de la naturaleza humana, la capacidad de producir dolor, especialmente a personas de sectores sociales con mayor indefensión; por motivos más o menos visibles como los de tipo económico, político, religioso, étnico, pero también por severos desórdenes de la personalidad.

    ResponderEliminar

Vistas de página en total